martes, 2 de agosto de 2011

Dos hombres y un destino

Ocurrió un día de julio que dos conocidos se encontraron en medio del desierto. Los dos sedientos, sin una gota de agua y con caras de escuálidos buscavidas. Se miraron desde la distancia, se acercaron y se pusieron a bailar una conga, con la música del sonido del chirriar de dietes ajenos, de aquellos que al final tendrían que vaciar sus bolsillos para satisfacer su sed de permanencia inútil en los sillones de skay con mesita adosada.
Estaba cantado, tanto como la conga que bailan desde el pasado miércoles Benitez y Arias. Estaba listo para ser cocinado y le faltaba solo el mechero que pudiera encender el fuego, ese fuego que a fuerza de tontura le proporciono la única persona que podía hacerlo, Juani.
A veces las personas de tanto mirarse el ombligo se dan cuenta que no tienen y en ese momento su cabeza se pone a pensar, no como hacen los seres normales, no, sino como solo son capaces de hacerlo aquellos que han sido toreados a conciencia hasta el descabello. Esos por fin se dan cuenta que ni son listos ni inteligentes y que a pesar de todo, los que tienen enfrente les dan sopa con hondas una vez si y otra también.
Dicen que no hay peor ciego que aquel que no quiere ver. Pues en esas estamos.
Ponen la costilla, el cachito de queso, el caminito de aroma y se sientan a esperar a que el incauto ratoncillo llegue al sitio. Finito, este cae en la trampa y la coartada esta servida.
A que todos veían lo que estaba pasando, a que todos sabían el final de la historia, a que todos sabían a que se estaba jugando.
¿Todos?
No, todos no, el PP esta y sigue en la inopia, sigue en su ensimismamiento ombliguil, ese que le permite vivir en su mundo particular de Yupi y le impide bajar de la nube hasta donde habitan los más listos, aquellos que llevan 30 años toreándolos, y ahora encima han aumentado la cuadrilla con un banderillero de poco estilo pero con una harta de hambre. Un banderillero, el niño de Cuba, que se va a hinchar a cubatas a costa del respetable, que encima paga su entrada y que le tocará hasta las palmas para que el maestro Benitez, El niño del monte, siga dirigiendo la cuadrilla.
Hay que ver como se la han jugado al PP y al pueblo. El reparto ha sido de libro. Arias, ese comunista con mancomunidades y Cajasol, "una pasta todos los meses que se va a llevar". Benitez gana tiempo hasta que dentro de no mucho saque lo que quiere, se tapara en papeles y gobernabilidades y como Arias ya ha entrado a por uvas lo seguirá haciendo, y cada vez las querrá más gordas. Cuando coja la gorda máxima ya estará pillado y entonces Benitez y cia tendrán todo lo que desean y el comunista pasara a ser un mero recoge pasta, que veremos con que cara mira a sus convecinos y asamblearios familiares.
Y mientras tanto el PP a lo suyo, a ver que saca. Pues os voy a decir que van a sacar. Un Mojón como la mano extendida de la rotonda.

1 comentario:

Anónimo dijo...

totalmente de acuerdo con el mensaje,lo del comunista no tiene nombre,y la alternativa es para llorar,una exempleada del corte ingles que vino a politica no por ideologia sino a solucionarse la vida y ya se lleva mas de medio millon de las antiguas pesetas de dinero publico,es capaz de pactar con el diablo con tal de conseguir sus objetivos,lo que pasa es que el diablo no pacta nada,se rie de ella y ademas la pone en evidencia ante todo el pueblo,pero a ella le da igual quiere colocar tambien a su escudero Roque,vaya alternativa que tenemos como recambio del jardinero,una señora sin cultura,sin preparacion y que lo hace todo por la pasta,pobre pueblo mio,y con unas elecciones generales a la vista donde ella es la imagen del pp,de pena,¿que nos queda?y pensaba que el comunista la iba a votar para que esta soberbia y prepotente que le importa un pimiento los problemas de castilleja fuera la alcaldesa de castilleja,lo que nos faltaba.